Me gusta ver a un niño en enterizo. Se les ve tan tiernos, cómodos y protegidos que da gusto. Por eso volví a intentar hacer este enterizo, que ya hace unos años le hice a Flavia en rosado suave.
En mi ciudad es difícil conseguir drill en colores claros. Este drill color coral fue el único color cálido que tenían. Lo compré en Gamarra a un excelente precio.
El patrón es de Burda, es un número antiguo, edición especial moda infantil primavera-verano 93. Soy seguidora de esta revista porque es la más confiable que conozco y está a mi alcance. He escuchado de maravillosas revistas en el extranjero pero que no se consiguen por aquí. Además la Burda me inspira un montón con su visión siempre a la vanguardia. Y soy seguidora desde pequeña, lo heredé de mi madre. Recuerdo cuando, de niña, escuchaba las conversaciones de las grandes sobre tal o cual modelo...
Es la tercera vez que intento con este patrón, el rosado que mencioné, uno rojo de polar y esta vez. A la tercera va la vencida porque me ha salido mucho mejor.
El modelo es bastante holgado, da bastante libertad de movimiento y tiene unos lazos en los tobillos que le dan un lindo efecto abullonado.
Le puse unos remaches en la abertura del pecho porque le dan un toque más profesional y porque me satisface mucho usar mi remachadora.
Y aquí está ella, libre para saltar y trepar con su enterizo.
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