El blanquito para Flavia,
el beige para Adriano
...y este floreado para Giuseppina.
Quería que tuvieran algo significativo y tierno de mi parte y no entrar en el stress de correr para arriba y para abajo en busca de un regalo. Fue una gran idea ya que les encantó. Estuvieron muy felices con su regalo y quedó un recuerdo para mí muy lindo: verlos saltar sin parar, cada uno con su conejito en la mano, cantando villancicos.
Tienen una carita bordada,
una corbatita sencilla,
y están rellenos de un suave algodón, especial para dormir con ellos.
El patrón lo saqué de la revista Burda y son muy fáciles de hacer. Aunque ha pasado un tiempo aquí los presento porque no quería dejar de hacerlo, ya que me gustan y me alegran.
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