Tejí este vestidito a crochet para Giuseppina. Tejer es equivalente a la meditación o al yoga, es muy relajante. Armar las lazadas y avanzar cada vuelta es adictivo. Cuando lo hacía me afanaba por terminar pero al mismo tiempo no quería que se termine.
El patrón lo encuentran en el canal de Laura Cepeda, una tejedora mexicana muy didáctica y con una producción enorme. El modelo original es lila, pero al comprar el hilo me gustó más este color.
Es muy fresquito para el verano, por el calado. Elegí un hilo de puro algodón para que sea suave y ligero, aún así tiene una linda caída. La marca es Noreli y tiene sesenta colores para escoger.
Me parece que el calado muestra mucho, quisiera hacerselo con otro hilo o número de crochet para que sea más cerrado, además me ha gustado tanto hacerlo que quiero repetir el plato.
Se lo voy a poner con short adentro o con ropa de baño cuando vaya a la playa. El día de las fotos no estaba segura del clima así que le puse un patalón azul, pero ahora pienso que el diseño se luce más con un color que contraste.
En el canesú tiene un punto en relieve y unas onditas que tienen mucha gracia, luego todo es muy fácil y al final nuevamente el relieve y las onditas, para terminar hay un punto de cangrejo que no conocía y que le da un acabado más bonito.
Les recomiendo hacer este vestidito, es muy placentero tejer y sale muy bonito, mi Giuseppina ya lo ha usado un montón, eso indica cuánto le gusta.
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