miércoles, 28 de marzo de 2018

Mi taller de costura


Algún día dije que mostraría mi taller de costura por aquí. Bueno ese día ha llegado. Tiene que haber un momento para decir ya está listo, y si no lo hago ahora no tendrá sentido después. He ido mejorando el espacio poco a poco, ha tenido bastantes etapas, pero tengo la satisfacción de que he logrado llegar a un punto donde me siento cómoda y representada. Después de pasar por muchos momentos de un espacio siniestro de tan lleno, finalmente logré liberarlo hasta conseguir un espacio que me da mucha paz y donde a todos les gusta estar para crear.


El tema central de mi taller, por supuesto, es la máquina de coser. Es una Brother Compal Ace de metal, estoy bastante satisfecha con ella porque es muy práctica, fuerte y fácil de usar. Nunca me ha dado problemas y cada vez la manejo con más seguridad. Algo que cambiaría si me compro otra es que se utiliza una manija para regular la velocidad y ahora yo preferiría un pedal ya que es mejor dominar con el pie la velocidad y así tener las manos libres.


Al costado tengo mi máquina de tejer. También es una Brother, modelo Palié KH-871. Es muy práctica, puedes tejer un montón en poco tiempo, para mí es lo máximo ya que yo no tengo tiempo para terminar proyectos grandes. He aprendido a usarla bastante bien (véase la mayoría de posts del 2017) aunque todavía hay trucos que me falta dominar. Los tejidos que salen de ella por más que sean a máquina, siguen siendo artesanales ya que su manejo está totalmente determinado por la persona que teje y todos los pasos y decisiones recaen en uno, léase la tensión, los aumentos, las disminuciones, los acabados, etc. La máquina te ayuda a hacerlo todo más rápido y más perfecto, pero ella es sólo una herramienta. Lo más difícil es decidir qué es más bonito y satisfactorio, si tejer a mano o a máquina. Por supuesto, tejer a mano es maravilloso y lo sigo haciendo. Es un ejercicio manual, mental y espiritual muy enriquecedor.



En tercer lugar, aunque no menos importante para mí, está mi remalladora. Remalladorita es una Janome My Lock 744D que le da un acabado fenomenal a las piezas, avanza con un ritmo que parece música y te deja con ganas de seguir usándola aunque ya hayas acabado. ¡Así de gusto da usarla! Al mismo tiempo debo decir que no es muy fuerte, ya que es toda de plástico y cuando te encuentras con muchas capas de tela simplemente no pasa. Lo que hago yo es saltarme esas partes. También se me ha quemado una vez por lo que la tuve que llevar a reparar, así que la uso con mucho cuidado. No es industrial y no soporta un ritmo muy fuerte de trabajo. Pero cuando la uso me siento toda una profesional por su versatilidad, su rapidez y por lo bonito que queda.


Este es mi rincón de lectura. Al costado pongo mi lámpara o sin ella porque es un lugar bien iluminado. Es muy fresco, silencioso y ayuda a la concentración. Entre mis libros tengo: arriba los de filosofía, luego de literatura, en el medio los de cocina, debajo diccionarios entre los cuales mis favoritos son Le Robert y el de griego. Abajo tengo unos métodos de inglés para los chicos y sus cuentos favoritos. En los otros estantes tengo libros de historia, más literatura, clásicos como Homero, Goethe, libros de difusión de la filosofía, de jardinería, psicología, neurociencia aplicada a la educación, en fin son los temas que me gustan. Aunque mis ejemplares favoritos los tengo en mi cuarto.


Este estante es de manualidades. Tengo en tuppers todas mis cosas porque así se conservan mejor. Arriba tengo herramientas
  de manualidades y tarjetas, libretas, stickers. Después están los útiles de oficina y al costado el tupper de pegamentos y cintas adhesivas con dibujitos, plumones. Aqui tengo  mi estación de forrado, recomiento crearse una, a mí me ha facilitado la vida, tanto para el colegio como para los regalos. En las cestas de mimbre hay pinturas para tela e hilos de todos los colores. Tengo una colección de latas donde guardo mis etiquetas, elásticos, materiales de bijouterie y de bordado. Todo tiene un sticker afuera que indica lo que hay adentro. También tengo varios costureros donde guardo cositas chiquitas como alfileres, imperdibles, cinta 
métrica, el útil descosedor, tizas de sastre, tijeras, etc. Abajo está mi colección de Burda y mis revistas Anna empastadas.


Debajo de la escalera tengo mi almacén de cosas de la casa que no se usa todo el año como el nacimiento o ropa de otra estación. También tengo varias canastas donde guardo mis telas. Y unos cajones pequeños donde pongo las telas de los proyectos más cercanos, el segundo cajón es de mis patrones, otro cajón para telas delgadas y otro para telas gruesas. Abajo tengo un espacio para mis lanas. Trato de no comprar más de lo que realmente pienso utilizar y no me gusta almacenar por mucho tiempo, pero es imposible no llenarse de materiales aunque uno se esfuerce.
En este lado está la mesa donde corto mis patrones y donde se trabaja todo tipo de cosas. 

Este es mi espacio de trabajo. Sé que le falta mucho para ser notable pero para mí es lindo, acogedor y tiene todo lo que necesito. Cada cosa tiene su lugar y así mantengo el orden lo mejor que puedo. Estoy muy contenta con este espacio ya que no es fácil contar con un cuarto extra en estos días. Hacer este post me ha ayudado a tener más conciencia de lo que me falta y me sobra y ¡a valorarlo mucho más! 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Balance de mi vida creativa en el 2023

Me cosí esta blusita perla Sigo creando lo más que se pueda, a pesar de las múltiples tareas y responsabilidades de la casa y del trabajo, q...

Aclaración

Todos los textos y las fotos en este blog han sido creados por Fiorela Ramírez para Mi Espacio Creativo, a menos que se indique lo contrario.