Blusón caramelo

Me hice este blusón caramelo con una tela que me regaló mi abuelita. Es un corte que ella tenía hace mucho tiempo y que no lo había usado. Como sabe que a mí me gusta coser, me lo trajo para que yo me hiciera algo. 

Me puse a pensar lo que yo quería hacerme con esta tela y me ilusioné con un vestidito que tuviera un cuello sofisticado, tipo drapeado. Así que me puse manos a la obra! 



El único problema es que la tela no me alcanzaba para el largo que yo quería, no obstante y tercamente, me lo hice. Sé que me queda un poco corto así que me lo estoy poniendo con leggins, también lo he usado con pantalones metido dentro y parece una blusita. Otra opción es con jeans y afuera formando capas.

Otro tema es el cinturón. A mí me parece que me queda mejor con el cinturón, pero me lo acorta aún más. Más abajo tengo unas fotos sin cinturón que es como me recomendó mi esposo, pero algo me decía que también me tomara las fotos con el cinturón puesto y me convence mucho más. 

Aunque se trata de una confección sencilla, me siento muy bien con mi blusón, algo elegante, como que le da un toque de realce, fuera de lo común, es lo que lo hace especial.

Ésta es la versión sin cinturón. Lo que me gusta de esta foto es la luz del día que permite que se vea mejor los detalles del vestido, pero lo prefiero más entallado. La verdad que lo hice de una talla bastante más grande que la mía porque no quería una versión tipo sirena que ya no estoy para esas fachas, quería algo sueltito y relajado.

Aquí se ve un poco bolsudo, pero la foto me encanta porque me hace recordar mi típica actitud ante la vida, con una sonrisa bien puesta, los labios rojos, el pelo abundante, el cuerpo carnoso. Me hace sentir orgullosa de mis rasgos en general. Creo que la confianza en uno mismo es fundamental y que no debemos buscar ser otro que nosotros mismos. Con esto honramos a nuestros antepasados que nos han trasmitido lo que somos y avanzamos en el camino de la vida encontrando nuestro propio ser. Empoderémonos amigos!

Me gustan los atuendos cómodos pero con un toque de gracia, que me permitan hacer las múltiples cosas que me gusta hacer. Estoy en búsqueda de mi nuevo estilo. Este año me voy a coser por lo menos algo al mes y así completaré mi armario con prendas pensadas para mí. En un próximo post escribiré sobre las prendas elegidas.

Por el momento voy avanzando a paso firme!

Mi taller de costura

Algún día dije que mostraría mi taller de costura por aquí. Bueno ese día ha llegado. Tiene que haber un momento para decir ya está listo, y si no lo hago ahora no tendrá sentido después. He ido mejorando el espacio poco a poco, ha tenido bastantes etapas, pero tengo la satisfacción de que he logrado llegar a un punto donde me siento cómoda y representada. Después de pasar por muchos momentos de un espacio siniestro de tan lleno, finalmente logré liberarlo hasta conseguir un espacio que me da mucha paz y donde a todos les gusta estar para crear.

El tema central de mi taller, por supuesto, es la máquina de coser. Es una Brother Compal Ace de metal, estoy bastante satisfecha con ella porque es muy práctica, fuerte y fácil de usar. Nunca me ha dado problemas y cada vez la manejo con más seguridad. Algo que cambiaría si me compro otra es que se utiliza una manija para regular la velocidad y ahora yo preferiría un pedal ya que es mejor dominar con el pie la velocidad y así tener las manos libres.

Al costado tengo mi máquina de tejer. También es una Brother, modelo Palié KH-871. Es muy práctica, puedes tejer un montón en poco tiempo, para mí es lo máximo ya que yo no tengo tiempo para terminar proyectos grandes. He aprendido a usarla bastante bien (véase la mayoría de posts del 2017) aunque todavía hay trucos que me falta dominar. Los tejidos que salen de ella por más que sean a máquina, siguen siendo artesanales ya que su manejo está totalmente determinado por la persona que teje y todos los pasos y decisiones recaen en uno, léase la tensión, los aumentos, las disminuciones, los acabados, etc. La máquina te ayuda a hacerlo todo más rápido y más perfecto, pero ella es sólo una herramienta. Lo más difícil es decidir qué es más bonito y satisfactorio, si tejer a mano o a máquina. Por supuesto, tejer a mano es maravilloso y lo sigo haciendo. Es un ejercicio manual, mental y espiritual muy enriquecedor.

En tercer lugar, aunque no menos importante para mí, está mi remalladora. Remalladorita es una Janome My Lock 744D que le da un acabado fenomenal a las piezas, avanza con un ritmo que parece música y te deja con ganas de seguir usándola aunque ya hayas acabado. ¡Así de gusto da usarla! Al mismo tiempo debo decir que no es muy fuerte, ya que es toda de plástico y cuando te encuentras con muchas capas de tela simplemente no pasa. Lo que hago yo es saltarme esas partes. También se me ha quemado una vez por lo que la tuve que llevar a reparar, así que la uso con mucho cuidado. No es industrial y no soporta un ritmo muy fuerte de trabajo. Pero cuando la uso me siento toda una profesional por su versatilidad, su rapidez y por lo bonito que queda.

Este es mi rincón de lectura. Al costado pongo mi lámpara o sin ella porque es un lugar bien iluminado. Es muy fresco, silencioso y ayuda a la concentración. Entre mis libros tengo: arriba los de filosofía, luego de literatura, en el medio los de cocina, debajo diccionarios entre los cuales mis favoritos son Le Robert y el de griego. Abajo tengo unos métodos de inglés para los chicos y sus cuentos favoritos. En los otros estantes tengo libros de historia, más literatura, clásicos como Homero, Goethe, libros de difusión de la filosofía, de jardinería, psicología, neurociencia aplicada a la educación, en fin son los temas que me gustan. Aunque mis ejemplares favoritos los tengo en mi cuarto.

Este estante es de manualidades. Tengo en tuppers todas mis cosas porque así se conservan mejor. Arriba tengo herramientas

  de manualidades y tarjetas, libretas, stickers. Después están los útiles de oficina y al costado el tupper de pegamentos y cintas adhesivas con dibujitos, plumones. Aqui tengo  mi estación de forrado, recomiento crearse una, a mí me ha facilitado la vida, tanto para el colegio como para los regalos. En las cestas de mimbre hay pinturas para tela e hilos de todos los colores. Tengo una colección de latas donde guardo mis etiquetas, elásticos, materiales de bijouterie y de bordado. Todo tiene un sticker afuera que indica lo que hay adentro. También tengo varios costureros donde guardo cositas chiquitas como alfileres, imperdibles, cinta 

métrica, el útil descosedor, tizas de sastre, tijeras, etc. Abajo está mi colección de Burda y mis revistas Anna empastadas.

Debajo de la escalera tengo mi almacén de cosas de la casa que no se usa todo el año como el nacimiento o ropa de otra estación. También tengo varias canastas donde guardo mis telas. Y unos cajones pequeños donde pongo las telas de los proyectos más cercanos, el segundo cajón es de mis patrones, otro cajón para telas delgadas y otro para telas gruesas. Abajo tengo un espacio para mis lanas. Trato de no comprar más de lo que realmente pienso utilizar y no me gusta almacenar por mucho tiempo, pero es imposible no llenarse de materiales aunque uno se esfuerce.

En este lado está la mesa donde corto mis patrones y donde se trabaja todo tipo de cosas. 

Este es mi espacio de trabajo. Sé que le falta mucho para ser notable pero para mí es lindo, acogedor y tiene todo lo que necesito. Cada cosa tiene su lugar y así mantengo el orden lo mejor que puedo. Estoy muy contenta con este espacio ya que no es fácil contar con un cuarto extra en estos días. Hacer este post me ha ayudado a tener más conciencia de lo que me falta y me sobra y ¡a valorarlo mucho más! 

Conjuntito amarillo para my partner in crime!

Le hice este conjuntito a Giuseppina inspirada por la tela amarilla a cuadros del short. Es una tela que compré en mi proveedor local para decorar una mesa en el cumpleaños de Flavia, luego no la volví a usar y cuando la volví a ver me pareció fresca y suave como para algo veraniego.

Inicialmente pensé este conjunto como un enterizo, pero luego me pareció un poco incómodo para ponérselo y sacárselo así que decidí hacerlo en dos partes que parecieran un enterizo sin serlo realmente.

Lo primero que saqué fue el short, al que le hice un lazo para que quede más gracioso.

Luego corté el top, y al darme cuenta de que no alcanzaba decidí completar lo que me faltaba con una tela amarilla. Para hacer participar a mis hijas, les pregunté qué les parecía, si el amarillo fuerte lo ponía en el delantero o en la espalda. Su opinión fue que lo pusiera adelante, aunque a mí me parecía que mejor iba detrás. Pienso que es más importante hacer participar a nuetros hijos de nuestras cosas para que ellos se sientan involucrados, y además pienso que su opinión tiene el sentido del gusto del futuro. Tal vez mi visión es ya pasada de moda, su visión, en cambio tiene un aire nuevo, una estética fresca, diferente y llena de vida. ¡Así que la tomé en cuenta sin dudarlo!

Aquí se ve por detrás, la tela de cuadros arma el conjunto por detrás.

Para complementar le puse un moño de conejo rojo y sus zapatos chinitos rojos. ¡Ella estaba feliz!

En esta época del año viene mi abuelita del norte a pasar unos meses. Yo trato de estar con ella todo lo que puedo, aunque no sea todo lo que quiero, porque vivo lejos y mis obligaciones no me lo permiten. Estas fotos las tomé en uno de los muchos parques cercanos y realmente me gustaron las tomas no sólo porque son bonitas sino porque me hacen sentir esa paz y tranquilidad de estar cerca de ella, a su cariño y protección. 

Las fotos tienen ese efecto, el de mostrarte un lugar pero también un momento y cuando las vemos recordamos la sensación que teníamos, lo que pensábamos, cómo estaba nuestro espíritu en ese momento. Por eso procuro tomar fotos con un buen estado de ánimo, me es imposible fingir. Si no hay un buen ambiente o una buena disposición, prefiero dejarlo para otro momento. Total, no quiero recordar ese tipo de momentos para eso mi memoria es suficiente. Dicen los científicos que el cerebro está especializado en recordar lo malo, lo bueno es necesario ayudarle a recordarlo. Es un asunto de sobrevivencia.

Y aquí está mi nena ayudándome con mis fotos, ella es así... my partner in crime! 

Bolso de playa

 

Aunque ya pasó la temporada, les cuento que me hice un bolso de playa. Es muy fácil de hacer. Quería un bolso extra grande y que tuviera unas asas del tamaño perfecto para mí. Me dí cuenta que necesitaba algo que se pudiera llevar tanto en el hombro como en bandolera, porque así puedo tener de la mano a algún niño. Así que me lo hice. La idea era pintarlo con pintura para tela pero me ha gustado tanto el resultado que lo voy a dejar así. Probablemente haga un par de bolsos más en tamaño más pequeño para mis hijas y en ese caso sí pienso aplicarle la pintura.

Para hacerlo se recorta un rectángulo que sería la base y otro rectángulo grande para las paredes del bolso. Todo por duplicado en la tela exterior y en la tela del forro. Yo elegí una lona gruesa porque quería algo rústico y guerrero. Me han aconsejado que me busque una tela más formal para algo citadino. Cuando tenemos las dos partes las unimos derecho con derecho por la parte superior dejando un huequito por donde le vamos a dar la vuelta al bolso. Cosemos el borde y finalmente le agregamos las asas con una costura que forme un cuadrado con una equis en medio.

Es un bolso muy cómodo porque entra de todo. Yo me lo llevé al campo y le puse de todo para un picnic, con snacks, agua, mudas de ropa, etc. Lo pasamos muy bonito.

  

Etiquetas

Por fin tengo mis etiquetas! Debo agradecer a una querida amiga que me ayudó mucho con ello. Me las mandó a hacer en Gamarra, el centro textil más importante de nuestra ciudad. Es una bendición tener personas que te ayudan y que se identifican contigo y tus circumstancias. Muchas gracias ;-)

Están muy bonitas, a mí me encantan, se las pongo a mis obras terminadas y es como ponerles una firma, eso les da personalidad y cuando se van lejos sé que están marcadas y que tienen un origen del que los demás pueden saber. Son un sello para mis creaciones y además sirven para que los chicos sepan cómo ponerse las prendas, qué lado va para adelante y para atrás... jaja!

El logo es MEC, las siglas de Mi Espacio Creativo y estoy muy ilusionada con ponerlas a todo lo que pueda. A vestidos, bolsos y pantalones y usarlas todas (tengo mil). Siento que merecen ser un símbolo de calidad, amor y cuidado, porque algo hecho con amor implica muchas cosas intangibles, decisiones y experiencias que se adhieren de alguna manera a la marca, a nuestro producto. Y aunque mi producto no está a la venta sueño con que en algún momento crezca y se convierta en algo grande. Por el momento es algo en formación.

Empecé con la costura como jugando y gracias a un grado bastante alto de obsesión que tengo, he aprendido no sólo la técnica sino el administrar mi tiempo, el encontrar en esto una manera de expresión de mi interior, en encontrar mi voz estética. Con la formación intelectual que tengo nunca le di mucha importancia a este aspecto de la vida, era un campo minado con trampas como caer en la superficialidad. Ahora sé que no es así. Es un error creerse por encima de la materia, estamos hechos de ella y también de emociones, sentimientos y racionalidad, pero no va todo en coherencia. Nuestro espíritu necesita expansión y oportunidades de conocimiento y crecimiento. También de paz interior. Y toda obra implica este trabajo interior que nos otorga una expansión del alma: una inspiración es como respirar, es atraer aliento a tu interior y luego soltarlo en la obra, es un ritmo vital.

En el aspecto creativo, he estado explorando con las acuarelas y la caligrafía, lo cual ha sido muy enriquecedor. He continuado con la escritura, estoy reflexionando sobre nuevos temas a los cuales no me había logrado acercar. He tenido también un nuevo enganche con la fotografía, ¡ya he llegado a las 10000 fotos! Se dice que ese número implica otro nivel, yo siento que sí, espero que se empiece a notar, jeje. Seguiré produciendo tanto en costura como en tejido y colocándole mis etiquetas a todo. Si las ven por ahí ya saben lo que significa MEC. 

Vestido de una camisa

Le hice este vestidito a Giuseppina de una camisa de mi esposo. Cuando mi esposo decidió que ya no iba a usar esta camisa, inmediatamente le vi todo el potencial: reciclarla en algo para mi Giuseppina. El color rosado y los cuadros me encantaban, pero no tenía una idea muy clara. Lo primero que pensé fue en una falda pero de pronto me senté a diseñar el modelo y lo vi claramente... tenía que ser un vestido camisero.

Con la idea en mente me puse manos a la obra. Primero sacar la altura de la falda desde el bajo de la camisa. Quería que se mantengan los botones utilizables así que le puse un elástico con la camisa abierta. Luego cortamos el cuerpo y cosemos los costados. Con la camisa abierta pegamos el cuerpo a la falda. Luego cosemos hombros. Finalmente nos queda cerrar las sisas y el cuello con un sesgo de tal  manera que quede pulido el acabado.

Así, tenemos de una forma fácil un vestidito camisero aprovechando una camisa que ya no se va a usar y el tamaño pequeño de nuestra niña. Porque a esta edad con una pequeña tela sale un vestido!

Hay muchas cosas que se pueden hacer con una camisa grande: una falda para niña más grande, una blusa sin mangas para nosotras, un overall para niño pequeño, la lista es larga, sólo hace falta atreverse y experimentar. Lo bonito es toda la creatividad que se pone en marcha y el desarrollo de nuestras habilidades e ingenio. 

Reciclando pantalones

Hay muchas cosas que me gustan de la costura: la creatividad que se pone en práctica, el hecho de que son nuestras manos las que trabajan, el sacar algo hermoso y útil de nuestro taller, la belleza de los materiales que se utilizan, la consecuencia de que nos distrae y relaja y miles de cosas más. El tema económico está entre ellas. Con la costura se puede copiar todos los looks que uno quiera, no hay límites para nuestro armario. Además con la costura se puede arreglar, acomodar, reparar, rehacer, mezclar, convertir una cosa en otra. Se puede hacer de todo con la ropa que uno ya tiene, hay una relación más humana y creativa con todo lo que te rodea, dejamos de ser una pieza consumista más del sistema y nos sentimos seres humanos que aportan  su creatividad, su voluntad y su opinión. La costura dignifica 😊

En este orden de cosas le hice este reciclaje de jeans a mi Adriano. Él tenía un pantalón que estaba roto en la rodilla asi que lo intervine sacando varios cortes de otros pantalones. Me parece que ha quedado bastante  divertido, que se ve muy bien y sobretodo le gusta mucho a Adriano, se lo pone para todo.

En el colegio hubo un desfile de moda de reciclaje. Debo decir que el concepto de reciclaje es bastante amplio pero lo más importante para mi es que el reciclaje es algo dinámico, que sirve para el día a día, que revitaliza porque que nos permite darle una nueva vida a las cosas, algo creativo, fácil y útil. En un mundo que desperdicia y consume en exceso podemos hacer algo pequeño como es tener una vida llena de sentido que nazca de nosotros mismos y que proponga alternativas al sistema. De eso se trata el ser creativo.

  Y aqui estoy yo, orgullosa presentadora de mis diseños por primera vez! La camisa era de mi esposo, se la adapté al tamaño de mi hijo. Además le hice un degradé con cloro de tal manera que quedara de varios colores. Aunque no agarró el cloro, la idea era buena.   

Otro pantalón que reciclé fue un pantalón blanco que covertí en un short para mí y en un lindo pantaloncito para mi hija.

Este short lo estoy usando un montón! Cuando era pantalón no lo usaba tanto realmente!